¿Tienen buena pinta verdad? Pues saben deliciosamente. Es la primera vez que las hago, hace mucho tiempo que tenía ganas de hacer unas y hoy por fin me he decidido.
No es que sea muy amiga de los dulces, pero me hacía más ilusión hacerla para los demás que no para mí misma. De hecho, de eso trata la cocina, no?
Son muy fáciles de hacer y tampoco se necesita demasiado instrumental. Y se cocinan en 10 minutos. Y además te perfuman toda la casa!.
Sólo hay una cosa mala, que engordan!!!!!. Sólo he comido una y ya tenía remordimientos de conciencia.
Un apunte: he seguido la receta al pie de la letra del blog http://larsvontrier.blogspot.com/ (i-recetas). En su receta ponía 165 gr de trozos de chocolate, aconsejo reducir la cantidad para los que no sean demasiado amantes del chocolate (empachan bastante).
También en la receta le añade polvos de vainilla para pudin/natillas, yo no encontré, pero no creo que haya tampoco demasiada diferencia.
Ahí van los ingredientes:
- 140 gr de harina.
- 1/2 cucharilla de bicarbonato sódico.
- 115 gr de mantequilla en pomada.
- 85 gr de azúcar moreno.
- 25 gr de azúcar blanco.
- 1 huevo.
- 1 cucharilla de extracto de vainilla.
- 165 gr de pepitas de chocolate.
- 60 gr de nueces picadas.
Y la elaboración paso a paso:
- Tamizar la harina y mezclarla con el bicarbonato.
Una vez mezclado, añadimos a la masa la harina con el bicarbonato a poquitos y volvemos a mezclar. Mientras, ponemos el horno a precalentar a 175º.
Por último, añadir a la masa las nueces trocedas y las pepitas de chocolate. Hacemos bolas del tamaño de una pelota de pingpong y las ponemos en un silkpat respetando unos 3 dedos de separación entre galleta y galleta.
- Las metemos al horno y horneamos durante 10 o 15 minutos. Cuando empiezan a dorarse por los bordes es señal de que ya están listas. Cuando las saquemos debemos dejarlas reposar y que enfrien, para poderlas desmoldar. Al enfriarse las galletas se endurecen, si las desmoldamos calientes, corremos el peligro de que se nos rompan.